El gobierno venezolano ha denunciado este acto como un “asesinato” y ha negado los vínculos de las víctimas con el crimen organizado. Adicionalmente, Caracas denunció que el destructor estadounidense USS Jason Dunham abordó de manera “ilegal y hostil” el barco pesquero venezolano ‘Carmen Rosa’ en su Zona Económica Exclusiva, reteniéndolo por ocho horas. En respuesta a lo que califica como un “asedio”, el presidente Nicolás Maduro ha ordenado el despliegue de miles de efectivos militares en sus fronteras y costas, y ha hecho un llamado a la Milicia Bolivariana a prepararse para la “lucha armada”. La retórica se ha endurecido con funcionarios como el secretario de Estado Marco Rubio preparando acciones militares y el recién posesionado secretario de Guerra, Pete Hegseth, afirmando que Maduro tiene “muchas decisiones que tomar”. Estados Unidos mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por la captura de Maduro, a quien acusa de liderar el “Cartel de los Soles”.