Si la Corte Suprema confirma el fallo, el gobierno podría verse obligado a reembolsar una suma masiva, estimada por el secretario del Tesoro en hasta 1.000 millones de dólares, aunque otras estimaciones sugieren que las empresas importadoras podrían reclamar hasta 100.000 millones. El propio Trump ha advertido que, de perder el caso, podría tener que “deshacer” los acuerdos comerciales ya negociados con socios como la Unión Europea y Japón. Paralelamente, Trump ha amenazado con iniciar una investigación comercial de la Sección 301 contra la UE por lo que considera multas “discriminatorias” contra gigantes tecnológicos como Google y Apple, demostrando su disposición a seguir utilizando herramientas comerciales de manera agresiva.