La administración Trump ha solicitado a la Corte Suprema una "decisión acelerada" para ratificar la legalidad de sus aranceles, argumentando que su eliminación "debilitaría unilateralmente a Estados Unidos". Por otro lado, la tensión comercial con Europa ha escalado después de que la Comisión Europea impusiera una multa récord de casi 3.500 millones de dólares a Google por prácticas monopólicas.

En respuesta, Trump amenazó con iniciar una investigación comercial bajo la Sección 301 para "anular las sanciones injustas" contra empresas tecnológicas estadounidenses.

En una publicación en su red social, el presidente afirmó: "¡Es muy injusto, y el contribuyente estadounidense no lo tolerará!". Esta doble ofensiva, legal en el ámbito doméstico y de amenaza en el internacional, subraya la centralidad de la política arancelaria en la agenda de Trump, quien la defiende como una herramienta indispensable para proteger la industria nacional y renegociar acuerdos comerciales a favor de Estados Unidos.