En paralelo, Trump ha amenazado con abrir una investigación comercial contra la Unión Europea en respuesta a las multas millonarias impuestas a gigantes tecnológicos como Google y Apple.

El principal frente de batalla es doméstico: la Corte de Apelaciones del Circuito Federal dictaminó que la administración excedió su autoridad al utilizar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) de 1977 para imponer aranceles de forma generalizada sin el aval del Congreso. El gobierno de Trump ha apelado esta decisión ante la Corte Suprema, solicitando un procedimiento acelerado y advirtiendo que, de confirmarse el fallo, el país podría tener que reembolsar decenas de miles de millones de dólares a importadores.

El segundo frente es con la Unión Europea.

Tras una multa de casi 3.500 millones de dólares a Google por prácticas antimonopolio, Trump amenazó con iniciar un “procedimiento de la Sección 301 para anular las sanciones injustas”. Calificó las multas de “discriminatorias” y advirtió: “¡Es muy injusto, y el contribuyente estadounidense no lo tolerará!”. Esta retórica se intensificó después de una cena con altos ejecutivos de tecnología, quienes, según el mandatario, se quejaron principalmente de las regulaciones europeas, no de las de China u otros países.