La Casa Blanca explicó que “el presidente cree que este departamento debería tener un nombre que refleje su poder incomparable y su capacidad para proteger los intereses nacionales”. Esta acción se alinea con la retórica habitual de Trump de establecer “la paz mediante la fuerza” y garantizar que “el mundo vuelva a respetar a Estados Unidos”. La decisión, aunque en gran medida simbólica, ha sido interpretada como una señal de la postura más asertiva y militarista que la administración busca proyectar en el escenario global.