El senador de Florida, Rick Scott, junto a su colega Marco Rubio, ha intensificado su campaña contra el líder venezolano. Scott afirmó que “es importante que Maduro esté en prisión” y reiteró que no lo considera el presidente legítimo de Venezuela, reconociendo en su lugar a Edmundo González. La iniciativa legislativa “Stop Maduro”, concebida en septiembre de 2024, propone que el aumento de la recompensa no provenga de impuestos de los contribuyentes, sino que se financie con activos incautados al régimen venezolano y sus colaboradores. Esta propuesta llega después de que la administración Trump ya hubiera elevado la recompensa a 50 millones de dólares, una medida que en su momento fue impulsada por Rubio como secretario de Estado, quien calificó a Maduro como “el jefe de una organización logística del narcotráfico”. La congresista María Elvira Salazar también ha respaldado la medida, insistiendo en que Maduro debe ser llevado ante la justicia. Desde el gobierno venezolano, la propuesta ha sido desestimada como una maniobra “patética y ridícula”.

La estrategia de Scott busca revitalizar la presión internacional sobre Caracas, utilizando un instrumento simbólico y contundente para acelerar lo que considera la caída del régimen.