La medida busca endurecer el control sobre los visados y, según el gobierno, prevenir abusos del sistema migratorio.

La propuesta, presentada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), establece que los titulares de visas de estudiante (F) y de intercambio cultural (J) no podrán permanecer en el país por más de cuatro años, independientemente de la duración de sus programas académicos. Para los periodistas extranjeros con visa (I), el límite de estadía se reduciría drásticamente de cinco años a solo 240 días, con la posibilidad de solicitar una única extensión por otros 240 días. Un portavoz del DHS justificó la medida afirmando que busca “poner fin a este abuso de una vez por todas al limitar el tiempo que ciertos titulares de visas pueden permanecer en Estados Unidos”. Según el gobierno, las políticas anteriores permitían que estos visitantes permanecieran en el país “prácticamente en forma indefinida”, lo que representaba “riesgos para la seguridad, un gasto incalculable para los contribuyentes y una desventaja para los ciudadanos estadounidenses”. Este cambio implicaría que los afectados tendrían que solicitar extensiones de visado para continuar con sus actividades, añadiendo un nuevo nivel de burocracia y escrutinio. La propuesta estará abierta a comentarios del público durante 30 días antes de que pueda ser implementada de forma definitiva.