ha frenado de emergencia un plan de la administración Trump que buscaba deportar a cientos de niños guatemaltecos no acompañados que se encuentran bajo custodia de las autoridades estadounidenses. La decisión judicial ordena que los menores permanezcan en Estados Unidos mientras se define su debido proceso, en respuesta a denuncias sobre la vulneración de su derecho a solicitar asilo. El plan del gobierno de Trump consistía en la repatriación acelerada de estos menores, algunos de entre 10 y 16 años, que llegaron solos al país. La orden judicial se emitió de manera urgente después de que se informara que algunos niños ya estaban siendo trasladados a una aeronave en Harlingen, Texas, para su expulsión.

La jueza exigió al gobierno explicar el paradero de esos menores. Tras conocerse la decisión, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, declaró que su administración está preparada para recibir a los niños. “Recibiremos a todos los niños no acompañados que puedan regresar por orden judicial o de manera voluntaria”, afirmó en una rueda de prensa. Arévalo indicó que su gobierno está dispuesto a acoger alrededor de 150 menores semanalmente, aunque subrayó que “la decisión” sobre “el número y ritmo” de los envíos corresponde a Estados Unidos. El mandatario guatemalteco expresó su preocupación por el estado de los niños detenidos, una inquietud que surgió tras un recorrido realizado por su ministro de Relaciones Exteriores y el embajador en Washington, quienes volvieron “muy preocupados” por las condiciones en que se encontraban los menores.