Pritzker, calificó la idea como “antiamericana” y acusó a Trump de enfocar sus esfuerzos en estados gobernados por demócratas con fines políticos. Más de una docena de gobernadores demócratas emitieron un comunicado conjunto calificando la amenaza de despliegue como un “abuso de poder alarmante” que “socava la misión de nuestros miembros del servicio”. A pesar de las críticas, Noem negó que el plan tenga un sesgo partidista, asegurando que se evalúa cada ciudad para determinar qué se debe hacer para que sea “más segura y próspera”.