Actualmente, a muchos de estos visitantes se les permite permanecer en Estados Unidos mientras mantengan su estatus, ya sea como estudiantes matriculados o como corresponsales acreditados.

El DHS argumenta que estos cambios son necesarios para mejorar la supervisión y reducir los riesgos de seguridad nacional, así como para prevenir que las personas se queden más tiempo del permitido.

Sin embargo, la propuesta ha sido recibida con rechazo por parte de universidades y asociaciones educativas.

Estas instituciones sostienen que la medida desincentivaría a estudiantes e investigadores de alto nivel a elegir Estados Unidos como destino, afectando la competitividad del país en ciencia y tecnología. Además, argumentan que la investigación académica a menudo requiere más de cuatro años, especialmente en programas de doctorado, lo que obligaría a los estudiantes a pasar por un costoso y complejo proceso de extensión de visa. Los críticos también señalan que la restricción a los periodistas podría obstaculizar la cobertura informativa internacional y limitar la libertad de prensa.