Según la normativa, los exvicepresidentes suelen recibir protección del Servicio Secreto durante los seis meses posteriores a dejar el cargo.

Sin embargo, el expresidente Joe Biden había firmado un memorando ejecutivo extendiendo la protección de Harris por un año adicional. La decisión de la administración Trump, tomada el jueves 29 de agosto, fue revocar esa extensión, notificando al Servicio Secreto de manera inmediata. Como resultado, la protección a Harris finalizará oficialmente el 1 de septiembre. Un portavoz de la exvicepresidenta declaró a Fox News que “no se dio ninguna razón para explicar por qué se eliminó la protección”. La medida ha sido criticada por los demócratas, quienes la consideran un acto de represalia política. El fin de la escolta coincide con un momento clave para Harris, quien se prepara para iniciar una gira nacional a finales de septiembre para promocionar su libro de memorias, titulado “107 días”, con paradas programadas en varias ciudades importantes como Nueva York, Filadelfia y Los Ángeles. A diferencia de los exvicepresidentes, la ley establece que los expresidentes y sus cónyuges reciben protección de por vida, a menos que la rechacen explícitamente. La decisión sobre la seguridad de los exvicepresidentes queda sujeta a la discreción de la administración en funciones, lo que ha puesto de relieve la naturaleza política de la determinación de Trump.