La Casa Blanca confirmó la destitución, y un portavoz afirmó que Monarez fue despedida porque no renunció después de haber informado a la dirección de su intención de hacerlo, destacando su oposición a la administración Trump. La abrupta remoción de la directora de los CDC, seguida por la renuncia de otros cuatro funcionarios de alto rango, ha sumido, según informes, a la agencia en "una situación de caos". Organizaciones médicas han expresado su alarma, advirtiendo sobre posibles desabastecimientos de vacunas y un futuro incierto para la gestión de la salud pública. El incidente subraya las tensiones entre la comunidad científica y los objetivos políticos de la administración Trump, especialmente en lo que respecta a las políticas de vacunación y la orientación de la salud pública.