Para aplicarla, los casos deberían tramitarse bajo jurisdicción federal.

Esta propuesta se suma a una operación de seguridad ya en marcha, que incluye el despliegue de más de 2.000 miembros de la Guardia Nacional y agencias como el FBI y la DEA en la ciudad desde el 11 de agosto. Según informes, esta operación ha resultado en 719 arrestos y la incautación de 91 armas ilegales. Recientemente, se ha observado a las tropas de la Guardia Nacional portando armas de fuego mientras patrullan. El presidente ha sugerido que podría extender este tipo de intervenciones a otras ciudades de predominio demócrata como Chicago y Baltimore, lo que ha generado fuertes críticas y acusaciones de autoritarismo por parte de sus opositores políticos.