En una carta oficial, Trump afirmó tener “causa suficiente para removerla de su cargo”, acusándola de haber declarado en 2021 dos propiedades diferentes, una en Michigan y otra en Georgia, como su residencia principal en solicitudes de hipotecas. Según el presidente, esta conducta “pone en duda su competencia y confiabilidad como reguladora”. Cook, designada por Joe Biden en 2022 para un mandato hasta 2038, respondió enérgicamente a través de su abogado: “No existe causa legal para que el presidente me despida.

No renunciaré”.

Su equipo legal anunció que presentará una demanda para impugnar lo que califican como una “acción ilegal”.

La Ley de la Reserva Federal estipula que los gobernadores solo pueden ser removidos “por causa justificada”, pero nunca antes un presidente había destituido a un miembro en funciones.

Expertos legales anticipan una batalla que podría llegar a la Corte Suprema.

La destitución de Cook permitiría a Trump nombrar a su cuarto miembro en la junta de siete gobernadores, consolidando su influencia sobre la política monetaria del país. La medida ha sido interpretada como una nueva escalada en los esfuerzos del presidente por influir en el banco central, al que ha criticado repetidamente por no reducir las tasas de interés.