Sin embargo, el proceso de paz parece estancado.

Trump ha expresado su frustración por la falta de un acuerdo sobre las garantías de seguridad y la dificultad para lograr una reunión cara a cara entre Putin y Zelenski, admitiendo que "hay una enorme cantidad de odio entre las partes". Ante el estancamiento, el presidente estadounidense ha advertido que podría haber consecuencias si los líderes no se reúnen, y ha planteado dos posibles caminos a seguir en las próximas semanas: imponer "sanciones masivas" contra Rusia para aumentar la presión o, alternativamente, apartarse del conflicto y "dejar que sea su pelea".

Paralelamente, han surgido informes sobre conversaciones secretas entre las mayores empresas energéticas de Estados Unidos y Rusia, como ExxonMobil y Rosneft, para reanudar negocios en proyectos de petróleo y gas, lo que sugiere que detrás de la diplomacia pública se estarían gestando acuerdos económicos estratégicos vinculados al proceso de paz.