El mandatario estadounidense ha presionado para un encuentro directo entre Putin y Zelenski, advirtiendo que “habrá consecuencias” si no se concreta. A pesar de sus esfuerzos, Trump ha admitido su frustración, reconociendo que existe una “enorme cantidad de odio entre las partes” y que no ha logrado convencer al Kremlin de sentarse a la mesa con Kiev. Su estrategia es dual: amenaza con imponer “sanciones masivas” a Rusia en un plazo de dos semanas si no hay avances, pero también contempla la posibilidad de apartarse y “dejar que sea su pelea”. Este enfoque ha generado controversia, ya que medios estadounidenses han reportado que la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, recibió instrucciones de no compartir información sobre estas negociaciones con aliados tradicionales de la red 'Five Eyes', lo que podría estar generando fisuras en la alianza de inteligencia occidental.