Este fenómeno es atribuido directamente a las estrictas políticas migratorias implementadas por el presidente Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca.

Según diversos informes, las medidas de mano dura de la administración republicana han creado una atmósfera de temor que ha impulsado a muchos inmigrantes a abandonar el país voluntariamente, mientras que las deportaciones han alcanzado cifras récord. Un reporte señaló que la población de inmigrantes no autorizados, que había alcanzado un pico de 14 millones en 2023, está disminuyendo considerablemente debido a las políticas restrictivas de Trump.

Otro informe destaca que, por primera vez en 60 años, la migración neta es negativa.

Esta tendencia se refleja en las cifras de deportaciones, que han aumentado drásticamente. Por ejemplo, el número de colombianos deportados en los primeros meses de 2025 ya supera el total de todo 2024, alcanzando la cifra más alta en casi 30 años. La situación ha generado un impacto económico tangible, con una reducción estimada de 1,2 millones de trabajadores extranjeros en la fuerza laboral desde enero, afectando particularmente a sectores como la agricultura. Las políticas de Trump incluyen deportaciones a gran escala, la eliminación de protecciones como el Estatus de Protección Temporal (TPS), el endurecimiento de los trámites de visa y una mayor presencia de agentes de inmigración, creando un entorno hostil que ha revertido décadas de crecimiento de la población inmigrante en el país.