Sus esfuerzos diplomáticos buscan concretar un acuerdo de paz que, según él, podría definirse en las próximas semanas, aunque persisten profundas diferencias sobre las condiciones para poner fin a la guerra. Tras una reunión con Putin en Alaska, calificada por Trump como “muy exitosa”, el mandatario estadounidense recibió en la Casa Blanca a Zelenski y a un grupo de líderes europeos, incluyendo los de Francia, Alemania, Reino Unido y la OTAN. Trump ha propuesto un acuerdo que implicaría concesiones territoriales por parte de Ucrania y el abandono de sus aspiraciones de unirse a la OTAN, a cambio de “garantías de seguridad” que serían proporcionadas por países europeos con la coordinación de Washington. El presidente estadounidense ha descartado el envío de tropas de su país, afirmando que “no habrá soldados de EE. UU. sobre el terreno”.
La iniciativa ha generado reacciones encontradas.
Zelenski calificó el encuentro en Washington como un “paso significativo”, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró escéptico, calificando a Putin de “depredador” en quien no se puede confiar. El canciller alemán, Friedrich Merz, insistió en la necesidad de un alto el fuego como condición previa para negociar, una idea que Trump no consideró indispensable.
Mientras la diplomacia avanza, Rusia ha continuado sus ataques aéreos sobre Ucrania, lo que genera dudas sobre su verdadera disposición a negociar.
Trump, por su parte, se muestra optimista y ha comenzado a organizar una posible cumbre trilateral con Putin y Zelenski.












