Estas acciones se suman a las sanciones previamente impuestas en junio y febrero contra otros jueces y el fiscal Karim Khan.

La administración Trump acusa a la CPI de “politización, abuso de poder, desprecio a su soberanía nacional y el exceso judicial ilegítimo”. Las investigaciones de la CPI que han provocado la ira de Washington incluyen presuntos crímenes de guerra cometidos en Afganistán, que podrían implicar a personal estadounidense, y las acciones de Israel en Gaza. La propia CPI ha deplorado las sanciones, y el alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos ha lamentado la situación, instando a los países a defender la integridad de la Corte y la justicia internacional.