El plan de seguridad para la capital también contempla la participación de fuerzas de migración. De manera similar, Trump anunció planes para una “ofensiva federal” en Chicago, ciudad cuya seguridad calificó como “un desastre”, y confirmó el despliegiegue de la Guardia Nacional para intervenir. Estas acciones han sido recibidas con rechazo por parte de algunos sectores de la población. En Washington, manifestantes se congregaron cerca de la Casa Blanca para denunciar las medidas como “inconstitucionales e inmorales”, protestando no solo por la presencia militar sino también por el trato a inmigrantes y personas sin hogar. La creciente presencia policial y militar ha generado una nueva sensación de ansiedad entre los residentes, especialmente en las comunidades migrantes.