Esta medida, junto con un aumento general en las expulsiones, está reconfigurando el panorama migratorio y afectando a miles de personas, incluyendo un número récord de colombianos. Según documentos internos revelados por CBS News, la administración estadounidense está persuadiendo activamente a naciones de todo el mundo para que acojan a personas de otras nacionalidades deportadas desde Estados Unidos.

Ya se han establecido acuerdos con países como Honduras y Uganda, y se busca sumar a otros como España y Ecuador.

Uganda, por ejemplo, ha aceptado recibir a deportados de otros países africanos sin historial criminal, mientras que Honduras acordó acoger a un número limitado de hispanohablantes de América Latina. Esta política de deportación a terceros países se reanudó después de que la Corte Suprema diera vía libre a la administración. Paralelamente, las cifras de deportación han aumentado drásticamente. Según datos de ICE, se proyecta la expulsión de 400.000 inmigrantes durante el primer año de la administración Trump. Un informe del Centro de Intercambio de Información sobre Registros Transaccionales (TRAC) reveló que las deportaciones de colombianos alcanzaron 23.045 hasta agosto de 2025, superando el total de todo 2024 y marcando la cifra anual más alta en casi 30 años. Si la tendencia continúa, el número de colombianos expulsados podría duplicarse para fin de año en comparación con periodos anteriores.