La administración Trump ha implementado una serie de cambios que endurecen significativamente los requisitos para obtener visas y la ciudadanía estadounidense, reflejando una política migratoria más restrictiva. Las nuevas directrices buscan un escrutinio más profundo de los solicitantes, incluyendo la revisión de sus opiniones y actividades en redes sociales. A partir del 2 de septiembre de 2025, el Departamento de Estado exigirá entrevistas presenciales para casi todos los solicitantes de visas de no inmigrante, incluyendo a quienes renuevan documentos como las visas de turismo y negocios (B1/B2). Anteriormente, muchas renovaciones se procesaban sin necesidad de una entrevista si se cumplían ciertos criterios.
Aunque se mantienen excepciones limitadas para visas diplomáticas y casos específicos, la norma general ahora es la comparecencia ante un oficial consular. De manera paralela, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) ha actualizado sus políticas para la obtención de beneficios migratorios, como la residencia permanente o la ciudadanía. La agencia ahora considerará un espectro más amplio de factores para determinar si un solicitante posee un “buen carácter moral”.
Esto incluye la búsqueda de “sentimientos antiestadounidenses” y “evidencia de actividad antisemita”, incluso en publicaciones de redes sociales. Un portavoz de USCIS declaró que “los beneficios de Estados Unidos no deben otorgarse a quienes desprecian al país y promueven ideologías antiestadounidenses”.
Estas medidas se suman a la revocación de 6.000 visas de estudiantes en lo que va del año por diversas infracciones, incluyendo presuntos vínculos con terrorismo y participación en protestas consideradas por el gobierno como antisemitas.
En resumenEl gobierno de Trump ha formalizado una política de escrutinio ideológico y personal más estricto para los extranjeros que buscan ingresar o establecerse en EE. UU. La obligatoriedad de entrevistas para renovar visas y la revisión de opiniones personales para trámites de ciudadanía son ejemplos claros de un sistema migratorio que se vuelve cada vez más selectivo y restrictivo.