El conflicto escaló cuando Rubio calificó al presidente Petro como "errático" y expresó su inquietud por el aumento de los cultivos ilícitos. Petro respondió con contundencia, aludiendo al conflicto en Gaza: "No soy tan errático como para apoyar un gobierno que hace un genocidio donde mueren 20.000 bebés".
Este intercambio verbal llevó a que ambos países retiraran temporalmente a sus embajadores para consultas.
En este contexto, una delegación bipartidista de senadores estadounidenses, Bernie Moreno y Rubén Gallego, visitó Bogotá para reunirse con el presidente Petro y líderes de la oposición. Moreno, de origen colombiano, elogió al expresidente Álvaro Uribe, asegurando que "ningún presidente en mi vida ha hecho más por Colombia", mientras criticaba el uso del sistema judicial con fines políticos en el país. Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, afirmó que los congresistas mostraron interés en ayudar a que Colombia no sea descertificada en la lucha antidrogas, una decisión que Washington tomará en septiembre. Los senadores también expresaron su disgusto por los acercamientos del gobierno colombiano con Venezuela y China, advirtiendo que este último país es un "competidor estratégico" de Estados Unidos.