A pesar del tono optimista, el resultado tangible fue limitado.

No se anunció un alto al fuego ni un acuerdo sobre el conflicto ucraniano. Trump fue enfático al declarar que "no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo", aunque aseguró que se avanzó en varios puntos y que existen "muchas posibilidades de lograrlo".

Por su parte, Putin sostuvo que para alcanzar una paz duradera "necesitamos eliminar todas las raíces, las causas principales de ese conflicto". La cumbre se vio ensombrecida por la continuación de las hostilidades, ya que, según informes de Kiev, el ejército ruso lanzó 85 drones y un misil contra Ucrania durante el desarrollo de la reunión. La exclusión del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de esta primera fase de diálogo generó preocupación en Kiev y en las capitales europeas, que temen un acuerdo que no refleje sus intereses.