La administración ha buscado eliminar la ciudadanía por nacimiento, una medida que ha sido rechazada por tribunales federales.

Asimismo, se han endurecido las condiciones para obtener la residencia permanente (green card) a través de un familiar y se ha propuesto un censo que, según críticos, podría dejar a los migrantes fuera de los registros nacionales. El senador Jon Ossoff ha denunciado más de 500 casos de abusos en centros de detención de ICE, mientras que la agencia ha sido objeto de fallos judiciales en su contra, como uno en California que puso en aprietos a sus agentes tras un operativo encubierto. A pesar de las críticas y los reveses legales, el gobierno ha reportado una cifra récord de más de un millón de migrantes que han abandonado el país por su cuenta desde enero, un dato que presenta como un éxito de sus políticas disuasorias.