Trump justificó su plan afirmando: "Voy a hacer que nuestra capital sea más hermosa y más segura de que lo que ha sido jamás. La gente sin hogar se tendrá que marchar inmediatamente". Añadió que serían dirigidos a "lugares donde ir, pero estarán lejos de la capital". La iniciativa se enmarca en un contexto de quejas del presidente sobre un presunto aumento de la delincuencia, exacerbado por un informe sobre la agresión a un funcionario de alto perfil. Sin embargo, la alcaldesa Bowser ha refutado esta narrativa, asegurando que la delincuencia violenta ha disminuido un 26 % en los primeros siete meses de 2025. La propuesta de Trump enfrenta importantes obstáculos legales. Aunque la Ley de Autonomía de 1973 otorga al presidente la potestad de asumir competencias de seguridad en caso de emergencia, una expulsión masiva podría ser apelada en los tribunales. La ONG Community Partnership estima que en 2024 había 3,960 "adultos no acompañados" sin hogar en la ciudad, de los cuales 888 vivían a la intemperie, siendo el grupo más vulnerable a esta orden. La medida se suma a otras propuestas de Trump para aumentar el control federal sobre la capital, como asumir el control de la policía o desplegar la Guardia Nacional.
