La cumbre, propuesta por la Casa Blanca, ha generado altas expectativas y ha sido descrita como un paso clave para avanzar hacia la paz en Europa. La reunión, que se celebrará en "el gran estado de Alaska", fue anunciada por el propio Trump a través de su cuenta en Truth Social. El asesor del Kremlin para política internacional, Yuri Ushakov, confirmó el encuentro y señaló que "las partes están empezando a prepararse para esta importante reunión", que podría tener lugar la próxima semana. Ushakov también reveló que el Kremlin ya ha extendido una invitación a Trump para una futura cumbre en territorio ruso. El tema central de la agenda será la guerra en Ucrania, incluyendo la posibilidad de un "intercambio territorial", una medida calificada como polémica en diversos artículos. Este encuentro se produce en el contexto de un ultimátum de diez días que Trump le dio a Putin para que tomara medidas en favor de la paz, el cual vence el 8 de agosto. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en la necesidad de un alto el fuego como paso previo y ha mantenido conversaciones con Trump y líderes europeos tras la reunión preparatoria entre el enviado de la Casa Blanca, Steve Witkoff, y Putin en Moscú. A pesar de las peticiones de Zelenski de una reunión tripartita, el Kremlin ha descartado por ahora su asistencia. Por su parte, el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, calificó las negociaciones como un "alivio" que abre una posibilidad para la paz.