La situación ha llevado al gobernador Octavio Guzmán a hacer un llamado contundente al Gobierno Nacional para que adopte medidas firmes y contundentes.

La crisis se agudizó con múltiples incidentes en varios municipios. En la vía Panamericana, presuntos integrantes de las disidencias instalaron un retén ilegal en el sector de Mojarras, donde abrieron fuego contra vehículos que no acataron la orden de detenerse. Este ataque resultó en la trágica muerte de una bebé de dos años y dejó a su madre y otras personas heridas. En Guachené, se registraron hostigamientos contra patrullas de la Policía y se hallaron dos cilindros explosivos en el parque principal, lo que obligó a evacuar la zona. Adicionalmente, en Mondomo, Santander de Quilichao, un ataque con explosivos y fusil contra la subestación de Policía dejó cuatro uniformados y dos civiles lesionados, además de graves daños a viviendas y al puesto de salud.

Otros ataques se reportaron en Balboa, donde cinco militares resultaron heridos y uno fue secuestrado.

Ante este panorama, el gobernador Guzmán advirtió que la región vive una ola de violencia sin precedentes, con “ataques permanentes en más de 12 municipios”. En un mensaje directo al presidente, declaró: “Presidente: así como se tomaron decisiones firmes en el Guaviare, si es necesario adoptar medidas de la misma contundencia en el Cauca, hágalo.

Por la vida y la integridad de nuestro pueblo”. El mandatario solicitó la militarización total de la vía Panamericana para devolver la tranquilidad al departamento.