Hombres con armas largas y cortas dispararon al menos seis veces contra el vehículo.

La pericia del conductor permitió evadir el ataque y escapar de una persecución que se extendió por quince minutos. Ortega denunció que había solicitado un refuerzo de su esquema de seguridad a la UNP sin obtener respuesta, lo que agrava la responsabilidad institucional. Este suceso no es un hecho aislado; ocurre en un contexto de escalada de violencia en el Cauca, con ataques a estaciones de policía y la instalación de retenes ilegales por parte de disidencias de las FARC. Además, se suma a un atentado similar contra el gobernador de Arauca, Renson Jesús Martínez, días antes, mostrando un patrón de ataques contra altos funcionarios.