La situación se ha tornado tensa, con denuncias de agresiones por parte de algunos miembros de la comunidad contra gestores del Distrito y policías durante un control para impedir el ingreso de licor al albergue. El secretario de Seguridad, César Restrepo, fue enfático al afirmar que “ante la violencia no hay diálogo” y que los responsables serán judicializados. Además, la Secretaría de Educación denunció que un dinamizador cultural Emberá, cuyo contrato no fue renovado por presentarse en estado de embriaguez, presionó a las familias para que no enviaran a 13 niños al colegio, vulnerando su derecho a la educación. El alcalde Carlos Fernando Galán ha reiterado que se buscan alternativas para garantizar la seguridad, pero lamentó que “no ha habido una respuesta positiva” por parte de la comunidad para una salida concertada.