En un hecho sin precedentes para la reconciliación en Colombia, exguerrilleros de las FARC y militares activos y retirados trabajan juntos en la construcción de 500 osarios en el Cementerio Central de Palmira. Esta iniciativa busca dignificar la memoria de las víctimas de desaparición forzada y representa un paso significativo en la construcción de paz y el derecho a la verdad. El proyecto, que une a antiguos adversarios del conflicto armado, tiene como objetivo proporcionar un lugar digno para los restos de personas desaparecidas que puedan ser identificadas en el futuro. La colaboración es especialmente simbólica, ya que entre los participantes se encuentra el sargento segundo del Ejército Fayber Amaya, quien estuvo preso por su vinculación a un caso de ejecución extrajudicial, conocidos como 'falsos positivos'.
Este esfuerzo conjunto por la memoria y la reparación se alinea con una nueva estrategia gubernamental para abordar este flagelo.
Recientemente, se presentó el II Plan Estratégico en Materia de Personas Desaparecidas, que cuenta con un presupuesto de 5,1 millones de euros. La secretaria de Estado en Seguridad, Aina Calvo, y la presidenta del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) destacaron que este plan busca fortalecer las capacidades de búsqueda e identificación. La desaparición forzada es una de las heridas más profundas del conflicto colombiano, con decenas de miles de familias que aún esperan respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. La unión de excombatientes y militares en este proyecto no solo aborda una necesidad material, sino que también envía un poderoso mensaje de reconciliación y reconocimiento del dolor de las víctimas, contribuyendo a sanar las divisiones que dejó la guerra y a garantizar el derecho a la no repetición.
En resumenLa construcción conjunta de osarios para víctimas de desaparición forzada por parte de excombatientes de las FARC y militares es un hito en el proceso de reconciliación de Colombia. Esta iniciativa, sumada al nuevo plan estratégico del Gobierno para la búsqueda de personas desaparecidas, refuerza el compromiso con el derecho a la verdad y la dignificación de miles de víctimas del conflicto armado.