La situación ha requerido la intervención del Ejército y la entrega de ayudas humanitarias para facilitar un retorno en medio del temor y la incertidumbre. El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, denunció que la crisis se debe a la disputa por el control territorial y las economías ilícitas, y criticó la ausencia del Gobierno Nacional en la respuesta inicial. La violencia ha escalado a tal punto que los grupos armados han instalado minas antipersona, lo que ha aumentado el terror en la población.

Un líder comunitario, Mario Rodríguez, expresó el sentir de los retornados: “Estamos ingresando con miedo.

Estamos ingresando por la necesidad pero, no tenemos plena seguridad que no nos toque volver a salir del territorio por enfrentamientos”.

La situación ha sido tan grave que, según el gobernador Rendón, en lo que va del año se han registrado unos 30 eventos de desplazamiento en Antioquia. Tras la denuncia pública, tropas de la Cuarta Brigada del Ejército hicieron presencia en la zona para acompañar el retorno de las familias y desinstalar vallas alusivas a las disidencias. El Ministerio de Defensa aseguró que se ha logrado el retorno del 90% de los desplazados y que se reforzará el control territorial. Por su parte, la Unidad para las Víctimas entregó 42 toneladas de alimentos y otros víveres, mientras que el Comité Internacional de la Cruz Roja distribuyó 1.050 kits de aseo, buscando garantizar la subsistencia mínima de las familias afectadas mientras intentan reconstruir sus vidas.