Este hecho se suma a una serie de ataques que demuestran el recrudecimiento del conflicto en la región. Días antes, el 29 de octubre, en la zona rural de El Plateado, Argelia, un ataque con drones perpetrado por grupos armados ilegales dejó a cinco estudiantes de la Institución Educativa Miguel Zapata heridos por esquirlas. El Ministerio de Educación condenó el acto, haciendo un llamado a que “la escuela debe ser siempre un espacio seguro, libre de violencia”. La violencia también ha golpeado a la Fuerza Pública. En El Patía, un ataque con explosivos atribuido a la estructura 'Carlos Patiño' de las disidencias de las Farc causó la muerte de un soldado y dejó a otros cinco heridos. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, visitó a los uniformados heridos y anunció una millonaria recompensa por la captura de alias 'Zamora', señalado como responsable.
Estas acciones terroristas no solo atentan contra la Fuerza Pública, sino que siembran el pánico en la población civil, que queda atrapada en medio del fuego cruzado y sufre las peores consecuencias del conflicto.












