Con esta regulación, los pacientes con fórmula médica podrán adquirir el cannabis directamente en establecimientos autorizados.

El decreto también busca beneficiar a pequeños y medianos cultivadores, facilitando el acceso a licencias de cultivo e implementando programas de apoyo para el comercio de sus productos. Colombia, que ya había legalizado el uso medicinal de derivados del cannabis en 2016 y la exportación de la flor seca en 2021, se alinea ahora con otros países que permiten la dispensación de la flor para uso terapéutico en el mercado interno. Los Ministerios de Salud y Justicia tienen un plazo de cinco meses para expedir la reglamentación detallada que habilitará la venta, definiendo los parámetros que deberán cumplir los establecimientos para su comercialización.