UU. a "cesar este tipo de ataques" y a restablecer los canales diplomáticos para coordinar estrategias conjuntas.

La expansión de estos operativos al Océano Pacífico, frente a las costas de Colombia, ha intensificado la tensión. Analistas y organizaciones como Human Rights Watch han cuestionado la legalidad de los ataques, señalando que se realizan fuera de un conflicto armado declarado y sin un debido proceso.

La situación evidencia una profunda fractura en la histórica alianza antidrogas entre ambos países.