Ambos enfrentan ahora procesos penales y disciplinarios.

En otro caso de alto perfil, el teniente coronel Carlos Julián Rodríguez Campos, exsubcomandante de la Policía en La Guajira, se entregó voluntariamente a la Fiscalía tras conocer una orden de captura en su contra por presuntos delitos sexuales.

La institución lo separó del cargo e inició una investigación disciplinaria.

A estos se suman otros hechos que han erosionado la imagen de la fuerza pública. En Pupiales, Nariño, el comandante de la estación, subintendente Rodrigo Oviedo, fue capturado por presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias. En Quindío, un uniformado fue retirado del servicio de manera definitiva tras amenazar a un ciudadano durante un procedimiento, en un hecho que quedó grabado en video y se viralizó.

La frase del policía, “Si usted me hace echar, yo lo pelo”, generó una fuerte indignación pública.

Estos casos, lejos de ser aislados, exponen una preocupante infiltración de la criminalidad y conductas abusivas dentro de la institución encargada de proteger a los ciudadanos.