“La población civil no puede seguir siendo víctima de estos ataques. Es deber de los grupos armados respetar el principio de distinción y cesar las hostilidades”, manifestó la entidad.

La ONU Derechos Humanos Colombia también se pronunció condenando el ataque. Reportes adicionales señalan que los intensos combates entre el ELN y las disidencias en la misma zona han dejado un saldo de hasta diez personas muertas, incluyendo tanto a combatientes como a civiles, lo que agrava la crisis humanitaria en una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado en Colombia.