Aunque el 70% de las actividades facturadas correspondieron al ámbito ambulatorio, el 84% del valor total se concentró en servicios hospitalarios de alto costo como cirugías y atención en UCI. El informe documenta casos extremos, como el de un afiliado de Coosalud EPS con servicios reportados 26 años después de su deceso. Estas anomalías sugieren fallas estructurales en la actualización de las bases de datos, demoras en la interoperabilidad con la Registraduría Nacional y un posible fraude sistemático con recursos públicos. La Adres ha puesto la información a disposición de la Superintendencia Nacional de Salud y otros órganos de control para que se inicien las investigaciones penales y administrativas correspondientes.