‘Lukas’, quien operaba desde Malta junto a su padre, era uno de los criminales más buscados por Europol en 13 países.
La red utilizaba agencias de viajes y la presunta complicidad de un funcionario público para facilitar pasaportes y traslados.
Las víctimas, en su mayoría mujeres jóvenes y de bajos recursos, eran engañadas con falsas promesas laborales. Una vez en el extranjero, en países como Albania, Croacia, Baréin, Kosovo y Montenegro, se les notificaba una deuda de hasta 5.000 euros por gastos de viaje y eran obligadas a realizar entre 15 y 20 servicios sexuales diarios. Se estima que la organización criminal obtenía rentas ilegales de hasta 50.000 euros mensuales por cada víctima.
Durante los 14 allanamientos realizados, las autoridades incautaron tres armas de fuego, munición, computadores y celulares. Los capturados, con edades entre 22 y 56 años, enfrentan cargos por trata de personas, concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas de fuego. Este operativo representa un golpe significativo contra el crimen organizado transnacional y la protección de los derechos humanos de las víctimas.