Miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) retuvieron durante aproximadamente 40 minutos a una delegación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en un retén ilegal en la región del Catatumbo. Este acto constituye una clara violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH) y pone de manifiesto los graves riesgos que enfrentan las misiones internacionales en zonas de conflicto en Colombia. El incidente ocurrió en la vereda Villa del Carmen, en la carretera que conecta los municipios de Tibú y El Tarra, en Norte de Santander. El equipo de la ONU, compuesto por cuatro personas (un conductor y tres funcionarios), fue obligado a detener su vehículo y permanecer bajo vigilancia de hombres armados mientras estos realizaban "verificaciones" en el lugar.
Aunque se vivieron momentos de tensión, no se reportaron agresiones físicas contra los funcionarios. Tras finalizar el control ilegal, la delegación pudo continuar su camino hacia Tibú, donde se confirmó que se encontraban a salvo y bajo resguardo institucional.
Este hecho se suma a la retención de una misión médica en la misma región en un periodo menor a dos meses, lo que evidencia un patrón de vulneración a las misiones humanitarias y de verificación. Voceros de la ONU y autoridades expresaron su preocupación, subrayando la necesidad de garantizar corredores seguros para el desplazamiento de personal humanitario. El suceso reaviva el debate sobre la seguridad en el Catatumbo y la urgencia de establecer mecanismos de protección efectivos para quienes trabajan en la implementación de programas de desarrollo y paz en territorios con alta presencia de grupos armados ilegales.
En resumenUna delegación de la ONU fue retenida por el ELN en un retén ilegal en el Catatumbo, lo que representa una grave infracción al DIH. Aunque los funcionarios fueron liberados sin agresiones físicas, el incidente subraya los persistentes riesgos para las misiones humanitarias en zonas de conflicto y la necesidad de garantizar su seguridad.