Casi simultáneamente, el joven Alejandro Jiménez Pérez fue víctima de sicariato en el casco urbano. Días después, en la vereda Mesopotamia, fue asesinado el campesino Yofredi Barrera Escobar, de 53 años, frente a sus hijos menores.
Según las autoridades, este último crimen podría estar relacionado con problemas de tierras.
En un hecho separado pero igualmente macabro, en La Plata, fueron hallados en avanzado estado de descomposición los cuerpos de Johneiber Camayo, de 42 años, y su hijo Franklin Camayo, de 14, quienes habían desaparecido 19 días antes. Los cadáveres presentaban signos de violencia y tortura.
El secretario de Gobierno del Huila, Juan Casallas, reveló que una de las hipótesis principales apunta a una disputa familiar por la venta de tierras, ya que un familiar habría amenazado a otros para que no denunciaran la desaparición. Estos sucesos se enmarcan en un contexto de tensiones territoriales y la presencia de disidencias de las Farc en el occidente del departamento.