La muerte de siete mineros, incluido un menor de edad, tras quedar atrapados durante nueve días en una mina de oro ilegal en Santander de Quilichao, Cauca, expone la grave crisis humanitaria y de derechos laborales asociada a la minería informal. La tragedia subraya la ausencia de condiciones de seguridad y la desprotección estatal que enfrentan miles de personas que dependen de esta actividad para subsistir. El accidente ocurrió el 12 de septiembre de 2025, cuando dos derrumbes consecutivos en un socavón en la vereda Brasilia, corregimiento de San Antonio, dejaron a los trabajadores sepultados a más de 25 metros de profundidad. A pesar de los esfuerzos de la Defensa Civil, bomberos, la Agencia Nacional de Minería y voluntarios, las labores de rescate se vieron obstaculizadas por la inestabilidad del terreno y la acumulación de agua. Finalmente, el 20 de septiembre, los cuerpos fueron hallados sin vida; los informes preliminares indican que fallecieron por asfixia.
Las víctimas fueron identificadas como Dayro Guerrero, Alejandro Larrahondo, Robert Balanta, Gabriel Balanta, Neftalí Trochez, Carlos José Piña y Dairo Velasco Galarza, entre ellos ciudadanos colombianos y venezolanos.
Este suceso ha reavivado el debate sobre la minería ilegal en el norte del Cauca, una región donde esta práctica no solo representa un riesgo constante para la vida de los trabajadores, sino que también está ligada a la violencia y al control territorial de grupos armados. Funcionarios de la alcaldía de Santander de Quilichao denunciaron que, a pesar de las alertas previas sobre los peligros del socavón, las autoridades competentes no intervinieron para prevenir la tragedia, evidenciando una falla institucional que costó vidas humanas.
En resumenEl hallazgo sin vida de siete mineros en un socavón ilegal en Santander de Quilichao, Cauca, después de nueve días de búsqueda, pone de manifiesto la vulnerabilidad de los trabajadores informales. La tragedia, causada por asfixia tras un derrumbe, evidencia la falta de regulación y seguridad en la minería artesanal y la insuficiente respuesta estatal para prevenir estos desastres.