Las agresiones habrían continuado incluso después de la separación. La investigación detalla que, tras enterarse de que la víctima tenía una nueva relación sentimental, Garcés Carabalí presuntamente le arrebató la custodia de sus hijos mediante maniobras judiciales fraudulentas. Para lograrlo, habría utilizado testimonios falsos y pruebas cuestionables para hacer creer a las autoridades que la madre maltrataba y había abandonado a los menores, lo que resultó en que la víctima perdiera contacto con ellos.
Durante la audiencia, el exembajador no aceptó los cargos formulados. El caso sigue en investigación y ha puesto de relieve la necesidad de fortalecer los filtros de selección para cargos de alto nivel en el servicio exterior.