“Las escuelas deben ser lugares para aprender, no para la violencia.

Es inaceptable que los estudiantes se vean obligados a tumbarse en el suelo y arrastrarse para encontrar un lugar seguro”, expresó Giovanni Rizzo, director de país del NRC. Por su parte, UNICEF alertó que entre 2020 y 2024, la ONU verificó 152 ataques y casos de uso militar de escuelas en el país, incluyendo amenazas a profesores, daños a la infraestructura e instalación de explosivos. El 2024 fue el año más crítico, con 27 ataques directos y 35 casos de uso militar, afectando a más de 7.000 estudiantes y docentes. Esta violencia se relaciona directamente con el reclutamiento forzado de menores, que según UNICEF aumentó un 64% en 2024, con 453 casos verificados por la ONU.

Los departamentos más afectados son Cauca, Chocó, Putumayo y Antioquia.

A pesar de que Colombia suscribió la Declaración de Escuelas Seguras en 2022, las organizaciones exigen mayor inversión y protección para garantizar que las aulas dejen de ser campos de batalla.