Adicionalmente, se encontraron 22,7 millones de facturas pendientes por procesar por un valor de $22,1 billones, de las cuales 9,1 millones estaban repetidas. Tras depurar los datos, quedan $13,2 billones en facturas sin validar, y el 97% de estas obligaciones no han sido sometidas a revisión. El organismo de control también identificó una subestimación de $11,1 billones en la constitución de reservas técnicas y falencias en la contratación con prestadores. El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, celebró el informe, afirmando que confirma las irregularidades que su cartera ha denunciado, señalando que “casi llegan a 16 billones de pesos que las EPS en un corto tiempo no saben qué hicieron con la plata porque nadie las controla”. Por su parte, el superintendente de Salud, Giovanni Rubiano, recalcó que “el desastre de Nueva EPS no es nuevo” y anunció una auditoría forense internacional para revisar el flujo de recursos entre 2019 y 2025.