Uno de sus logros más importantes fue el impulso a la 'Ley de Mujeres Buscadoras', aprobada en abril de 2024. Esta ley, que lideró junto a ocho colectivos, reconoce formalmente el trabajo de las buscadoras como constructoras de paz y justicia, un hito en la legislación colombiana. Su trabajo fue reconocido con el Premio Nacional de Derechos Humanos en 2018. Tras su fallecimiento el 1 de septiembre, organizaciones como la Unidad para las Víctimas y la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos lamentaron su partida, reconociéndola como una de las voces más firmes en la defensa de los derechos humanos en el país. Su ejemplo, según la Unidad para las Víctimas, “seguirá siendo faro de esperanza para quienes buscan a sus seres queridos”.