Un violento ataque armado interrumpió una fiesta en el corregimiento de Punta de Los Remedios, en Dibulla, La Guajira, dejando un saldo de cuatro personas muertas y al menos tres heridas. La masacre, ocurrida en la tarde del domingo 31 de agosto, evidencia la crítica situación de orden público en la región, a pesar de los recientes esfuerzos institucionales por reforzar la seguridad. Según los informes de las autoridades, hombres armados a bordo de una camioneta de alta gama llegaron al lugar donde se desarrollaba la celebración y abrieron fuego indiscriminadamente contra los asistentes, utilizando fusiles y pistolas. Las víctimas fatales fueron identificadas como Gamalier De Jesús Contreras, de 53 años; Iván David Gutiérrez Vergara, de 28; Jonenne José Castrillo, de 37, y Ubencio Antonio Redondo, de 70.
Los heridos fueron trasladados a centros asistenciales en Riohacha.
Este hecho ocurrió tan solo 24 horas después de que el ministro de Defensa, Iván Velásquez, liderara un consejo de seguridad en la capital del departamento, donde se anunciaron recompensas por cabecillas de grupos criminales como el Clan del Golfo, el ELN y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN). Las autoridades señalaron a alias ‘Naín’, presunto líder de ‘Los Pachenca’ en la zona, como principal sospechoso del múltiple crimen y ofrecieron una recompensa de hasta 500 millones de pesos por información sobre su paradero. La Defensoría del Pueblo ya había emitido la Alerta Temprana 010 para Dibulla, advirtiendo sobre el riesgo por la disputa territorial entre estos grupos armados, lo que subraya la vulnerabilidad de la población civil ante la violencia que azota al departamento.
En resumenLa masacre en Dibulla, atribuida a disputas entre grupos criminales, pone de manifiesto la grave violación del derecho a la vida y la ineficacia de las medidas de seguridad recientes. A pesar de las alertas previas de la Defensoría del Pueblo y la presencia de altos mandos del Gobierno, la población civil sigue siendo la principal víctima de la violencia territorial en La Guajira.