La principal inconsistencia que ha generado indignación es que dicha zona ya había sido inspeccionada en múltiples ocasiones. El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, manifestó que "resulta improbable que el cuerpo hubiese estado allí desde entonces", sugiriendo que pudo haber sido colocado en el lugar recientemente.

Esta hipótesis es compartida por el abogado de la familia, Julián Quintana, quien además denunció presuntas negligencias por parte del colegio.

Quintana afirmó que la institución "no tenía las condiciones para garantizar que la niña no saliera" y que, tras la desaparición, se habrían alterado posibles pruebas al reparar las cercas defectuosas. La Fiscalía General de la Nación confirmó que el caso se investiga como un homicidio y designó un equipo élite para esclarecer los hechos. La comunidad despidió a la menor en una multitudinaria caravana, un acto de duelo colectivo que se convirtió en un clamor por justicia y por la protección de la infancia en el país.