Paralelamente, los confinamientos forzados impuestos por grupos armados no estatales afectaron a 113.000 personas, un 52 % más que el año anterior, con especial incidencia en Cauca, Chocó y Guaviare.

Estos eventos están directamente asociados a paros armados y enfrentamientos territoriales.

El informe también subraya un aumento del 94 % en el uso de artefactos explosivos, incluyendo minas antipersonal y drones con cargas explosivas, que han afectado a más de 5.300 personas. La crisis se agrava por el impacto de desastres naturales, que han dejado a casi 700.000 personas damnificadas por inundaciones y deslizamientos.

Las comunidades más vulnerables son las indígenas y afrocolombianas, que representan el 20 % y 22 % de las víctimas, respectivamente, mientras que los niños, niñas y adolescentes constituyen el 14 %. La ONU concluye que Colombia enfrenta un escenario complejo que demanda una respuesta urgente y coordinada para proteger a las poblaciones más afectadas.