Durante 18 días, se desplegó un operativo masivo con más de 300 rescatistas, drones, buzos y caninos. Sin embargo, el cuerpo fue encontrado por un campesino el 29 de agosto a solo 300 metros de la institución. Esta circunstancia ha sido el principal punto de controversia, pues tanto el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, como la familia, consideran “improbable que el cuerpo hubiese estado allí desde entonces”. El gobernador afirmó: “Sentimos que el cuerpo llegó recientemente a ese lugar”, lo que refuerza la hipótesis de un homicidio y posible manipulación de la escena. La Fiscalía General de la Nación asumió la investigación bajo esta línea y dispuso un equipo élite de la DIJIN para esclarecer los hechos. El abogado de la familia, Julián Quintana, ha sido enfático en señalar la presunta responsabilidad del colegio por omisión en el deber de cuidado, denunciando fallas en la seguridad del plantel y una posible alteración de la escena del crimen. La familia Afanador ha clamado por justicia, expresando su dolor: “Nos destrozaron la vida”. La Procuraduría y el ICBF también han exigido celeridad en las investigaciones, mientras la comunidad de Cajicá, sumida en el duelo, ha realizado homenajes en memoria de la menor.
